Una zona bonita, una ubicación increíble y buena en las proximidades de las laderas y de los teleféricos y de la zona de esquí. Tenía una habitación muy bien decorada y muy espaciosa con puertas, una cama suave y unas almohadas. El personal era muy bueno y muy amable, estaba siempre dispuesto a prestar asistencia.

Nos han gustado mogollón los desayunos excelentes y las vistas asombrosas!

El hotel estaba muy limpio, el personal fue muy amable y bueno. Teníamos una habitación con una caja fuerte personal, una nevera y una llave electrónica que era muy espaciosa. En el hotel se respiraba un ambiente tranquilo. La ubicación era buena, pudimos comer en el Reiterhütte, que estaba cerca. Nuestra estancia allí fue fantástica.

Por cierto, la habitación era bien decorada, también tenía una ducha, secadores de pelo y un bidé.

La ubicación es bonita y perfecta, cerca del Muhlwinkel. La habitación era cómoda e impecable, con balcón. El desayuno fue estupendo y también disfruté del sillón. El personal era excepcionalmente agradable y me ayudó con el parking gratis.

Nos alojamos en un hotel pequeño y acogedor cerca de la zona de esquí. Estaba a pocos minutos a pie del remonte y del teleférico, lo que facilitó nuestra experiencia de esquí. Las habitaciones eran amplias y cómodas, con una decoración tradicional austriaca. El baño estaba limpio y bien mantenido. El servicio fue amable y servicial, y el desayuno tenía una gran variedad de opciones. Además, disfrutamos del spa y la sala de esquí, que eran ventajas adicionales.

El único inconveniente fue que algunos de los empleados no hablaban inglés, pero hicieron todo lo posible para ayudarnos de todos modos.